Salmo 149: Alabemos a Dios nuestro rey

“Cantad a Jehová cántico nuevo; su alabanza sea en la congregación de los santos.”  El pueblo de Dios está para alabar a Dios.  Cuando el pueblo se reúne en una congregación local, debe de cantar y alabar el nombre de Dios.  A nosotros nos gusta la música, despierta emociones en nuestra alma y debemos usarla como parte del repertorio para alabar el nombre de Dios.  Nos sentimos solos, alabemos a Dios, tenemos problemas, demos honra a su nombre, nos estamos desesperando, busquemos el rostro de Dios, arrodillémonos en el altar de nuestras iglesias y desde allí clamemos y alabemos su nombre, que él a su tiempo va a responder.  Si sabemos tocar un instrumento, debemos de usarlo, si lo único que tenemos son las manos, debemos de aplaudir y si queremos danzar ante su presencia como lo hacia David, debemos aprovechar de que estamos en su casa con los otros hermanos que alaban su nombre para hacerlo.  Dios es grande, poderoso y bueno y digno de nuestra alabanza.  Él “tiene contentamiento en su pueblo . . .” y extenderá su mano para salvar.

Es interesante ver como el salmista aún sugiere que cantemos en nuestras camas.  Eso me sugiere que desde el momento que me despierto en ella hasta el momento en regreso a ella al final del día debe de haber una alabanza en mis labios.  También dice: “Exalten a Dios con sus gargantas . . .” mostrando tal vez que la clave nos es lo lindo que cantemos o alabemos sino el tomar acción para exaltar el nombre de Dios.  La alabanza “mueve” a Dios a tomar acción a favor de su pueblo.  En mi boca debe de existir una alabanza continua a Dios.  De la misma manera que debo estar orando continuamente, debo también estar alabando el nombre del Señor.  Es mi oración, que siempre esté una alabanza en mi vida a flor de labios y que no solamente con mi boca, sino también con mis acciones, demuestre su grandeza y poder.  No deseo que mis circunstancias determinen si alabo o no a Dios, deseo ser lo suficientemente sabio como para saber que él es digno de todo honor y gloria aunque en un momento específico me vaya bien o mal.  ¡Deseo continuamente alabar el nombre de Dios!  ¡Aleluya!

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2 responses to “Salmo 149: Alabemos a Dios nuestro rey

  1. Medina, Luz

    Amén, amen y amén

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