Category Archives: Hebreos

Hebreos 13: Viviendo como cristiano

El último capítulo de Hebreos termina con una serie de consejos para vivir una vida fructífera y en paz con otros.  El primero es, “Permanezca el amor fraternal.”   Tengo una nueva familia con nuevos hermanos y hermanas y tengo que amarlos.  En familias que sus miembros se aman, no significa que no haya diferencias, pero hay una realidad, que los sentimientos fraternales sobrepasan cualquier diferencia o discusión.  Podemos diferir sin desprecio, dobles agendas o pasarnos de listo.  Porque el bienestar de mi hermano o hermana es mas importante que cualquier otra cosa.  El problema es que algunos cristianos no vienen de ese tipo de hogar.  No conocen ese amor desprendido, ese amor que esta sobretodo.  Por lo tanto no pueden aplicarlo al ambiente de la iglesia porque nunca lo han experimentado.  Pero hay esperanza.  Jesucristo tiene poder para transformar nuestros sentimientos y poner en nuestro corazón un entendimiento de cómo se ama.  Al fin y al cabo, ¿acaso no murió en la cruz por nosotros para que podamos ser sus hermanos, hermanas y amigos?  En ese espíritu es que tengo que permanecer en el amor fraternal.

La hospitalidad es un asunto no solo para los ancianos de la iglesia, sino que es un requisito para todo aquel que profesa el conocer a Dios. “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.”  Abrir las puertas de mi hogar, no es solo cortesía, sino que es algo de ser seguidor de Cristo.  Es un gozo recibir a otros hermanos y hermanas en el nombre del Señor.

En esta nueva vida cristiana tengo que acordarme de otros menos afortunados, los que sufren persecución, están en prisión y son maltratados por creer en Jesucristo.  Tengo que actuar a su favor con acciones que alivien su situación.  También tengo que mantener mi matrimonio limpio y sin mancha.

El pasaje habla de que, “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”.  No puedo vivir preocupado por tener más dinero.  Al contrario, tengo que estar contento con lo que tengo.  El asunto de tener más dinero viene de dos sitios, el deseo de seguridad y el deseo de tener más cosas porque nos hace la vida más fácil y nos da cierto estatus en la sociedad.  El deseo de seguridad es entendible, ¿quién no va a desear proveer a su familia?  Lo que tengo que aprender es la diferencia de lo que necesito y de lo que quiero.  Si lugar a dudas que necesito techo, ¿pero tiene que ser como la casa que tengo?  ¿Acaso Dios tiene la obligación conmigo de hacerme la vida más fácil?  ¿La única manera de tener honor y honra en la sociedad que me rodea es a través del dinero?  Dios me dice a mí que nunca me dejará o estaré desamparado.  No debo tener temor porque el Señor me ayuda en medio de todas las  circunstancias.  El está sobre ellas, es más grande que ellas y siempre, siempre está en control.  ¡Señor, enséñame a no temer y a confiar!

Para los pastores, o sea para mí, se nos exige un estándar alto de cómo comportarnos.  La creyentes que nos ven, se les exhorta a que imiten nuestra fe.  “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.”  Se les pide que consideren cuál fue el resultado de su buena manera de vivir para que esto les estimule a imitarlos.  ¿Qué pasa cuando el pastor no vivió su vida de acuerdo a las escrituras?  El creyente no tiene modelo, no tiene a quien imitar y si esto es así debe de buscar uno que le sirva para estos propósitos.  He sido bendecido con muy buenos pastores que han sido para mí ejemplos de vidas de piadosas llenas de fe que deseo imitar.  Los obedecí y me sujete a ellos, me esforcé para hacerles su trabajo agradable y no penoso.  El creyente no saca nada con hacerle la vida difícil al pastor.  Espero que creyentes en las iglesias que pastoree, hayan visto en mí un poco de Cristo.  ¡Ayúdame Señor, a vivir una vida que te agrade a ti y me permita terminar bien!

2 Comments

Filed under Hebreos

Hebreos 12: Puestos los ojos en Jesús

Esto es un maratón, no una carrera a corta distancia.  Cuando uno viene a Jesús, se quiere lanzar a ser un héroe de la fe pero pronto descubre que no es tan sencillo como parece.  En el diario batallar cristiano, en realidad, no es cuantas veces uno ha caído, sino cuantas veces se ha vuelto a levantar.  La clave de este maratón esta en quitarse “de todo peso y del pecado que nos asedia”.  Esa tal vez es la parte más difícil.

Los corredores del maratón en la época de los juegos olímpicos originales griegos, lo corrían desnudos porque no querían cargar ningún tipo de peso.   Los de nuestro tiempo, también llevan la ropa y zapatos mas livianos posible.  Ellos saben, que para durar las 26 millas, cualquier cosa que carguen les va a pesar más según el tiempo vaya pasando en la carrera.  Para el creyente es igual.  Algunas de estas cosas que nos estorban pueden ser bendiciones de Dios en otras circunstancias.  Todo lo que tengo me lo dio Dios pero si eso se interpone en mi carrera cristiana es un estorbo que tengo que quitármelo de encima.  A veces es el pecado que nos hace caer tan fácilmente.  Tengo que aprender a protegerme, buscar más de Dios pero a la misma vez tomar medidas para evitar caer en la tentación.  Tengo que aprender a correr pacientemente la carrera que está por delante.  ¿Cómo se hace esto?

La vida cristiana es un momento y es un proceso.  Un momento porque el día que creí y decidí obedecerle, fui salvo por lo que Cristo hizo en la cruz por mí.  Es un proceso porque ahí comenzó mi aprendizaje, aprendí a orar, a leer su palabra, a meditar y a confiar en él.  Esto no vino en un instante sino que tomó tiempo.  También llegaron las pruebas y tentaciones, el sufrimiento, las crisis y las decisiones y cada una de ellas me permitió crecer en el Señor.  Pero todavía falta.  No he llegado a la meta.  Vienen más retos que requieren más paciencia.  Lo que no puedo olvidar es que tengo que tener “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”  Jesús es donde nuestra fe comienza y termina.  El soportó la vergüenza de la cruz, aceptó la humillación de la misma, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría porque había abierto el camino de la salvación.

Tengo que pensar en el ejemplo de Jesús y desear emularlo.  El soportó el odio y el maltrato de muchos pecadores, sin embargo siguió hacia delante.  En las buenas y en las malas tengo que seguirlo y declarar que Jesús es mi Salvador y Señor.  No me debo rendir, no debo desanimarme, al fin y al cabo mis inconveniencias jamás comparan con lo que él sufrió por mí y no he tenido que entregar mi vida para morir por él, como él lo hizo.

El pasaje habla de una gran verdad que es difícil de aceptar pero es una realidad.  La versión Traducción en el Lenguaje Actual nos dice: “Si ahora ustedes están sufriendo, es porque Dios los ama y los corrige, como si fueran sus hijos. Porque no hay un padre que no corrija a su hijo.”  A veces, los tiempos difíciles vienen de los ataques del maligno para descarrilarnos, pero otras veces vienen como resultado de la disciplina del Señor.  Preferimos la idea del Padre Amoroso pero la realidad es que el padre que ama disciplina y azota cuando es necesario a sus hijos para corregirlos.  Si mis problemas y sufrimientos son consecuencias de que Dios tiene que disciplinarme, tengo que estar agradecido de que soy hijo y me ama, tengo que soportarla y continuar obedeciendo.  “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”  No me gusta cuando me corrigen porque me duele, pero si aprendo la lección, viviré en paz y voy a vivir como debe ser.  ¡Ay, pero a veces, que mucho duele!

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 11: La fe

Luego de leer los capítulos anteriores y llegar a este me recuerda algo que leí en una ocasión sobre una niñita en la escuela dominical que se le pidió que dijera lo que ella creía que era la fe.  Ella dijo: “Fe es obedecer a Dios sin hacer preguntas.”  Eso es lo que me parece la lista de estos héroes de la fe.  En ocasiones, algunos hicieron preguntas, pero no necesariamente recibieron respuesta o la entendieron, pero al fin y al cabo obedecieron a Dios.

Se nos da una definición de fe: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.  O como dice la TLA es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera o que algo existe, aun cuando no se pueda ver.  Esto es lo que el mundo no puede entender.  Yo creo que Dios creo los cielos y la tierra y no necesito a los científicos que me lo prueben.  No solamente eso, antes de que conociera la teoría del “Big Bang”, creo que Dios formó el universo de la nada por medio del poder de su palabra.  ¿Increíble?  Claro, pero ese es mi Dios.  ¿Y por qué lo creo?  Porque lo dice las escrituras: “Por la fe, sabemos que Dios con una orden creó el mundo. Esto significa que el universo no surgió de lo que se ve. (PDT)”

Sabemos que sin fe es imposible agradar a Dios.  Al fin de cuentas, para poder acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que premia a los que le buscan.  Abel, Enoc, Noé y Abraham son algunos ejemplos de esa fe que agrada a Dios.  Es interesante notar que estos ejemplos que dan las escrituras no necesariamente obtuvieron todo lo que querían.  El más notable lo es Abel que fue asesinado por su hermano Caín.  ¿Por qué entonces insistimos en querer ver la fe como una bala mágica que resuelve todos los problemas?  ¿Cuántas veces hemos escuchado a los que dicen que si tenemos suficiente fe prosperaremos o nos mantendremos sanos o tendremos suficiente dinero para lo que queramos?

En este libro yo veo otras cosas.  Yo veo palabras como “perseverar”, “soportar”, y no “perder la esperanza”.  Esto no es un paseo en el campo, pero la recompensa al final hace que valga la pena.  Si creo, soy salvo, si le obedezco, él me bendice, pero no necesariamente como el mundo esperaría que lo hiciera, sino cómo solo Dios sabe hacerlo.  Hay una patria celestial que me espera, una ciudad que voy a ir a morar, voy a dejar de ser extranjero y peregrino porque al final del día soy ciudadano de un reino establecido por Dios.

Pienso no solamente en los héroes que aquí se mencionan por nombre, sino también en aquellos que no conozco sus proezas pero el pasaje los reconoce.  Son aquellos que “experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.”  Al pensar en ellos me doy cuenta de lo bendecido que he sido por Dios, que lo que pase por su Nombre, jamás comparara con lo que ellos pasaron.  Lo que único que deseo es que como ellos, sea fiel hasta el final y pueda alcanzar buen testimonio mediante la fe.

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 10: Jesucristo nos hace perfectos

Lo que no puede hacer la ley con nosotros, lo puede hacer Jesucristo.  Jesucristo nos hace perfectos.  Se nos dice, “porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.”  El argumento es, si la ley hubiera podido hacer perfectos a los israelitas, no hubieran tenido que presentar el sacrificio cada año porque no hubiera pecado que perdonar ya que eran perfectos.  Pero ese nunca fue el caso.  La sangre de los animales no podía quitar el pecado, porque era parte de un pacto que no estaba completo, no era perfecto.  Pero la sangre de Jesucristo derramada en la cruz, si puede perdonar los pecados de todo aquel que viene a él.  Por eso se nos dice: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.”

Jesús me dio acceso directo al Padre Celestial.  No solo me dio acceso, sino que también él es el camino de la salvación.  Solamente a través de él es que puedo acercarme a Dios y pedirle que perdone mis pecados.  En su muerte, cuando él expiró, el velo en el templo que separaba el Lugar Santo del Lugar Santísimo se rasgó simbolizando que el acceso directo a Dios se había abierto.  Ya el sacerdote humano no era necesario, porque Cristo, como sacerdote ofreció el último sacrificio, así mismo, por los pecados de muchos.  Por lo tanto, debido a que todo ha sido perdonado, ya no hay mas necesidad de otro sacrificio.

Esto es algo glorioso.  Una de las implicaciones es que cuando vine a Cristo, todos mis pecados fueron perdonados, pasados, presentes y futuros.  No solo esto, sino que Dios dice que “nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.”  A veces decimos borrón y cuenta nueva al referirnos cuando venimos a Jesucristo y pedimos perdón.  Pero en realidad, no lo es, porque es solamente borrón, porque él me dio un completo y total perdón.  No hay mas cuentas de mis pecados porque si creí y obedecí, todos ellos fueron perdonados. ¡Aleluya!

¿Qué se espera entonces de nosotros?  Se espera que nos “mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.”  En otras palabras, tengo que seguir confiando en que Dios me salvará.  No lo puedo dudar ni un solo instante porque él va a cumplir lo que me prometió.  Además se espera que nos “considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras.”  Tengo que ayudar al hermano y buscar hacer lo bueno.  Tengo que continuar asistiendo a la iglesia, escuchar las exhortaciones y esperar su segunda venida.  Yo quiero ser parte del grupo de los que no “retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.”  Esto lo voy a lograr no por mis propias fuerzas, sino por el Espíritu Santo que vino a morar en mí el día que le entregue mi vida a mi Señor.

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 9: El pacto antiguo y el nuevo

Luego de una descripción del tabernáculo, que era parte del pacto original, se concentra la discusión en la distribución física del mismo.  El hecho es que al Lugar Santísimo, solo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año para llevar la sangre de los animales por él y “por los pecados de ignorancia del pueblo;” en otras palabras por los pecados que el pueblo cometía sin darse cuenta.  Esto me hace pensar, si para Dios era importante que se pidiera perdón, aún por los pecados que uno ni sabía, como hay algunos que pueden pensar de que Dios puede hacerse de la vista larga y no condenar a nadie.  Yo creo que el mismo Dios de ahora es el de los tiempos antiguos, él no cambia y es igualmente justo y amoroso hoy como lo fue en el antaño.  Dios no puede ignorar el pecado y mas vale que nosotros nos reconciliemos con él.  Yo puedo ser justificado delante de la presencia de Dios por lo que mi sumo sacerdote, Jesucristo, hizo por mí, pero eso no cambia el hecho de que soy pecador.  Pero en el nuevo pacto, soy un pecador que ha sido lavado por la sangre de Cristo derramada por mí en la cruz.

Esa distribución física, primero el Lugar Santo y luego el Lugar Santísimo, mostraba “que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.”  Por eso es que vino Cristo aquí a morar con nosotros y finalmente morir por nosotros.  Al morir, “Cristo entró una sola vez y para siempre al Lugar Santísimo. No ofreció la sangre de chivos ni becerros, sino su propia sangre, y de esa forma nos liberó para siempre del pecado (PDT).”  Si los sacrificios del antiguo pacto tenían poder, mas poder tiene la sangre de Cristo.  Se nos dice: “¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”  Su sangre purifica nuestra conciencia del mal que hemos hecho, para que estemos seguros de que hemos sido perdonados para que así podamos adorarle.

Esto es liberador para mí.  No solamente mi pecado ha sido perdonado, sino que mi conciencia ha sido lavada.  Mi brújula moral tiene la capacidad de mejorar, no por conocimiento propio adquirido sino que puedo reconocer el mal que he hecho y puedo experimentar el perdón que solo Cristo me puede dar.  Mi conciencia ha sido purificada y puede ayudarme mejor a distinguir entre el bien y el mal.  Los sacrificios llevados por los sacerdotes humanos me limpiaban por fuera pero Cristo me limpia interiormente, que es donde realmente reside mi problema.  No solo me limpia sino que también me hace una nueva criatura.  Cuando vine a él, mi conciencia se purificó en la nueva criatura que Dios me dio.  Puedo declarar, que soy libre de la prisión de pecado que vivía y puedo respirar el aire fresco de mi nueva vida en él con una mente transformada gracias a lo que él hizo en la cruz por mí.

El pasaje termina con los siguientes dos versículos: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.”  ¡Jesucristo viene por segunda vez!  La primera fue para dar su vida para perdonar los pecados de muchos, pero la segunda es para salvar a todos los que esperamos su venida.  Tengo que vivir mi vida como aquel que sabe que le queda poco tiempo porque muy pronto él vendrá a salvarme.  ¡Señor, mi deseo es que me encuentres adorando y viviendo conforme a tu voluntad esperando tu venida!  ¡Ayúdame Dios!

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 8: Jesús, el mediador de un nuevo pacto

Este libro de Hebreos me gusta más de lo que esperaba.  La lógica del autor es impecable, aunque en par de sitios me hubiera gustado que hubiera hablado y explicado un poco más de su razonamiento.  Por ejemplo, la conversación al principio de la comparación de los ángeles y Jesús me hubiera gustado escuchar más.  Pero Dios tiene sus propósitos y solo él es quien decidió que explicación se ampliaba o no.  Así que estoy satisfecho porque Dios sabe todas las cosas y lo que la humanidad necesita o no necesita.

Se comienza diciendo, “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.”  Jesucristo es el sumo sacerdote, no de un templo aquí de la tierra sino del original, del que esta en el cielo, el cual fue el modelo para basar el de la tierra.  El autor señala, “como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.”  Pero el trabajo que Dios le dio a Jesús, es mucho mejor y ese nuevo pacto que el trajo es mas grande que el anterior porque Dios hace mejores promesas en este.  ¿Por qué esto fue así?

La revelación de Dios al hombre fue paulatina.  Según el hombre avanzaba, Dios nos revelaba mas de él.  Eso me lo dice Hebreos 1 que la culminación de esa revelación lo fue Jesucristo.  Así que el pacto que Jesucristo trae tiene mejores promesas, “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.”  Ahora tenemos la revelación completa del plan de Dios que era así desde el principio con sus promesas de salvación y vida eterna.  Esto no debe ser sorpresa porque así estaba en las escrituras de que Dios establecería un nuevo pacto con ellos.  ¿Qué es lo diferente de ese nuevo pacto?  El viejo fue escrito en piedras y papel pero el nuevo está escrito en la mente y el corazón.  ¿Cómo puede ser esto?  A través del Espíritu Santo que va a morar con cada nuevo creyente.  ¡Qué privilegio!  Soy de esta época y por lo tanto al venir a Dios, el Espíritu Santo viene a mí contrario a los israelitas antes de que viniera Cristo a morar en esta tierra.  Su pacto esta escrito en mi mente y en mi corazón y ya tengo las herramientas para servirle, adorarle y obedecerle. ¡Aleluya!

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 7: Jesús y Melquisedec

Melquisedec fue sacerdote y rey de la misma forma que Jesús lo fue 2000 años mas tarde.  La clave del argumento aquí es que aunque Jesús no desciende de la tribu de Leví y no sale del linaje de Aaron, él puede ser sacerdote de la misma manera que lo fue Melquisedec, que aún Abraham lo reconoce entregándole los diezmos. En adición, Melquisedec bendijo a Abraham siendo la costumbre que el mas importante es el que bendice al menos importante.  Nuevamente se deja establecido que si Jesús es un sacerdote de la línea de Melquisedec, sin lugar a dudas que su sacerdocio es mas importante que la línea sacerdotal de parte de Leví.  Porque quien lo hizo sacerdote lo fue el mismo Dios.

El autor usa el Salmo 110:4 para mostrar como la línea sacerdotal de Jesús surge de Dios y es para siempre.  Los sacerdotes humanos, cuando mueren dejan de ejercer su sacerdocio pero Jesús resucito y vive para siempre, así que nunca dejara de ser nuestro sacerdote.  Me gusta la línea de razonamiento que dice, “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.”  Jesús puede salvar para siempre, pues vive para siempre y esta listo para ayudarnos cuando nos presentemos ante Dios.  La idea de que Jesús esta intercediendo por mi delante del padre me llena de gozo y a la misma vez me da una lección de humildad.  Es de gran gozo saber que el mejor abogado del mundo me esta representando y clamando por mi.  De otro parte, el saber que el conoce mis faltas y pecados, me da una lección de humildad porque se que nunca podré tratar de ser algo que no soy porque el conoce todos los detalles de mi vida, aún los que todavía no han pasado.

Jesús, el perfecto sacerdote y sumo sacerdote, me representara para siempre delante de Dios.  El no tiene que seguir presentando sacrificios porque el presentó el perfecto sacrificio, que fue él mismo.  Por eso es mi Salvador y Señor.  ¡Aleluya!

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 6: Advertencia contra el volver atrás

Puedo estar equivocado pero no me acuerdo de otro sitio en el Nuevo Testamento que se de una lista de doctrinas o enseñanzas básicas.  No creo que la intención fuera de proveer una lista completa de las doctrinas básicas cristianas pero sin lugar a dudas que cualquier lista que se genere de este tópico deberá incluir las que se encuentran aquí.  Dicen las escrituras: “el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.”  Básicamente, el autor está diciendo que las enseñanzas como la conversión y el dejar de hacer lo malo, la fe en Dios, y las enseñanzas sobre el bautismo, el recibir el Espíritu Santo, la resurrección de los muertos y el juicio eterno son cosas básicas que tenemos que conocer y practicar.  ¿Las conoces y las practicas? ¿Las puedes explicar a otros?

Este capítulo es una advertencia en contra de los que escuchan, entienden pero se marchan de regreso a su vida pecaminosa anterior.  Cuando uno escucha la palabra predicada con poder, no debe mirar atrás, sino solamente hacia delante, al supremo llamamiento que es en Cristo Jesús.  “Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio.”  Las pregunta claves aquí son:  ¿Está hablando de creyentes o se refiere a no creyentes?  ¿Es esto algo que sucedió, esta sucediendo o puede suceder?  ¿Es esto una idea para solamente argumentar algo que en realidad no puede pasar?

Si este sección se refiere a creyentes, sin lugar a dudas le da municiones a la idea de que uno puede perder la salvación después que la ha obtenido.  Pero si esa interpretación fuera cierta, se tendría que también concluir de que si la pierdes, no la puedes recuperar nunca más.  En otras palabras que no es posible ser salvo hoy, mañana no serlo y pasado volver a serlo.

Otra posibilidad es que esta sección no esta dirigida a los cristianos, y en realidad es la oportunidad de recibir la salvación la que se pierde, no la salvación en sí.  Si aceptamos esta posibilidad, es como si se dijera que es imposible luego de ser iluminados ( todos los que vieron y oyeron a Jesús, vieron esta gran luz pero algunos lo aceptaron y otros lo rechazaron) y gustar del don celestial (Cristo mismo y la salvación que el trajo) y estar alrededor del Espíritu Santo (éste estaba todo el tiempo con Jesús) y escuchar la palabra y ver los milagros y prodigios, y rechazar la oportunidad de ser salvo que se les de otra oportunidad.  Todo esto cuadra con lo que sigue en el pasaje cuando nos dice: “Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.”  Es la misma lluvia que cae sobre todos los terrenos, y todos son trabajadas y labradas pero en unos la palabra da frutos pero en el otro finalmente va a ser destruida por no darlos.

La tercera posibilidad de que lo anterior es solo una idea para argumentar se ve también en el pasaje cuando nos dice: “Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.  Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.”  Pareciera ser que el termina la argumentación señalando que los judíos a los cuales se les envía la carta, son de tierra buena donde se cultiva la salvación, pero que en realidad todo lo anterior es para exhortarlos a no ser perezosos y que continúen con entusiasmo sirviendo a Dios hasta que el venga o pasen a morar con el Señor.

Se pierda o no la salvación o la oportunidad, lo que aprendo es que debo trabajar con entusiasmo en la obra hasta el fin.  Dios es justo y recordará lo que he hecho en la obra pero esa no es mi preocupación si estoy en la continua búsqueda de Dios y en su servicio.  Yo quiero serle fiel hasta el final.

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 5: Jesús es nuestro gran sumo sacerdote

La profesión de sumo sacerdote o jefe de los sacerdote tenía unos requisitos que eran claros y los judíos lo entendían.  Este tenía que ser escogido de entre los hombres para representarlos delante de Dios, presentar las ofrendas y los sacrificios, y mostrar paciencia y compasión hacia aquellos que pecaban por ser ignorantes o estar extraviados.  El sumo sacerdote tenía que ser llamado y declarado por Dios.

Jesús fue llamado por Dios tal y como lo fue Aarón, el primer sumo sacerdote de los tiempos de Moisés.  Dios declara en al Salmo 110:4 que “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.”  Melquisedec fue el rey de Salem, que era sacerdote del Dios Altísimo, que salió al encuentro de Abraham luego de que éste rescatara a Lot.  Abraham le entregó los diezmos de todo lo que había obtenido y Melquisedec lo bendijo.  El es llamado un sacerdote para siempre en el salmo ya mencionado y de acuerdo a este pasaje su sacerdocio es profético del de Jesús.

Jesucristo estuvo actuando como sacerdote, “Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios, y con lágrimas le rogó que lo librara de la muerte, pues Dios tenía poder para hacerlo. Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración.(TLA)”  Por eso es que, “Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó, se convirtió en el salvador que da vida eterna a todos los que lo obedecen.  Por eso Dios también lo nombró Jefe de sacerdotes, como lo fue Melquisedec.(TLA)”  Como dije en otro blog anterior, Jesús es el salvador que da vida eterna solamente a los que le obedecen.  Esta idea universalista de que todo el mundo se salva es incorrecta.  La Biblia es bien clara vez tras vez diciendo que solo se salvan los que creen y obedecen a Dios.  No hay otro camino que no sea a través de Jesucristo.

La pregunta que cada uno tenemos que contestar es, cada vez que voy a la iglesia, ¿tengo un encuentro personal con Cristo?  ¿Renuevo mi fe y mi obediencia o simplemente es un rito mas?  ¿Soy un niño o ya he madurado?

El autor de los Hebreos expresa su frustración con aquellos a quienes dirige la carta.  El les dice, “Hay mucho más que decir acerca de este asunto, pero no es fácil explicarles a ustedes todo, porque les cuesta mucho entender.(TLA)”  Su impaciencia nos indica que cuando uno decide ser cristiano, existen unas expectativas de crecimiento en la fe que se deben de dar.  Tengo que convertirme en un verdadero discípulo.  En uno que crece y madura, que busca entender y hacer suya las verdades mas sencillas del evangelio.  Los hebreos, luego de entenderlas, las habían complicado y hay que volver a enseñárselas.  Yo no deseo ser como ellos.

Mi deseo es comer alimentos sólidos espirituales.  Saber distinguir entre lo bueno y lo malo y ayudar a otros a lograrlo.  No le debo buscar cinco patas al gato con respecto a las cosas más sencillas de las enseñanzas de Dios, sino moverme en fe y obediencia a cosas mayores y mejores en el servicio a Dios.

Leave a comment

Filed under Hebreos

Hebreos 4: El reposo del pueblo de Dios

Este capítulo no define lo que quiere decir con la palabra “reposo”.  Pero por el contexto parece hablar de un periodo de tiempo caracterizado por ser lleno de paz y felicidad.  Para los israelitas que salieron de Egipto, ese reposo era un lugar que llamaban la Tierra Prometida o la Tierra que fluye leche y miel.  El problema fue que en los momentos antes de entrar, no creyeron, no confiaron en Dios que les iba a dar la victoria aún cuando todo pareciera estar en su contra.  Así que desobedecieron, por eso no entraron y el resultado fue que estuvieron vagando por el desierto por 40 años donde todos ellos murieron.

Si el “reposo” fuera la tierra prometida, entonces los israelitas lo alcanzaron con Josué.  Pero el autor declara que no fue así.  Su argumento es, “Porque si Josué les hubiera dado el reposo que Dios prometió, el texto no habría hablado de otro «hoy».  Esto nos demuestra que todavía está por llegar otro día de reposo para el pueblo de Dios.”(PDT)  Así que hay un reposo final para todos aquellos que permanecen fieles y obedecen a Dios.  La palabra “hoy” es clave en todo el libro.  Esta palabra aparece en varios sitios indicando que ese hoy no solo fue el día que Dios la pronunció a través de sus profetas, sino que hay un nuevo “hoy” que aplica a nuestro tiempo y en ocasiones a un tiempo futuro.  Se utiliza en siete ocasiones en la epístola, y en mas de la mitad de ellas en este sentido de “hoy” del momento o futuro y no con respecto a algo que ya aconteció.

Los que salieron de Egipto tenían la promesa del “reposo” pero no entraron a éste por su desobediencia.  A los que se les dirige la carta, también tienen la promesa del “reposo” pero se les advierte que, “Así que debemos tener mucho cuidado porque, aunque todavía está vigente la promesa que Dios le dio a ese pueblo de entrar a disfrutar del reposo de Dios, puede ser que algunos de ustedes no entren allí. (PDT)”  Esto es tan relevante a nuestros tiempos que es algo que se “cae de la mata”.  La muerte de Cristo en la cruz fue por los pecados de la humanidad, pero esto solo le sirve a aquellos que creen en este mensaje.  Los creyentes de aquella época son los que entraran al “reposo” de la misma forma que solo los creyentes a través de la historia son los que sus pecados le serán perdonados.  Es un perdón universal pero solo efectivo para los que creen.  Dios ya lo había preparado todo de esta manera desde la creación del mundo.

Hay un versículo que me debo aprender de memoria.  Es el que dice, “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (RVR1960)”  ¡Cuántas veces he venido a estudiar las escrituras y estas han penetrado  como espada de dos filos y me ayudan a entender aún mis propias intenciones!  Lo otro que me dice el pasaje es que “No hay nada creado en el mundo que se pueda esconder de Dios; todo está desnudo y expuesto a su vista. Es a él a quien tendremos que rendirle cuentas de nuestra vida.(PDT)”  Esto siempre tenemos que tenerlo en cuenta en nuestra vida porque nos ayuda a vivir vidas rectas delante de la presencia de nuestro Dios.

Esto termina con las palabras de, “Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad. (DHH)”  En realidad, yo me esfuerzo en agradar a Dios, busco servirle y darle honor y gloria en todo lo que hago.  Pero también es cierto, que fallo, hago lo que no deseo hacer y termino, sin desearlo, ofendiendo a Dios.  Es bueno saber, que cuando soy tentado y caigo, que puedo acercarme con confianza al trono de Dios porque Jesucristo puede entender que me resulta difícil obedecerlo y por eso él me va ayudar , porque es bueno y me ama.  Nunca se me debe olvidar que puedo acercarme con confianza al trono de su gracia.  ¡Amén!

Leave a comment

Filed under Hebreos