En esta lectura vemos dos personajes, uno que esta comenzando su vida, Samuel, y el otro que ya esta llegando al final de su tiempo aquí en la tierra que lo es Elí. Uno de ellos Dios los va a llamar para que sea el último de los jueces de Israel, el otro básicamente Dios lo censura porque no pudo manejar a sus hijos. Vamos a ver lo que observamos del pasaje.
El autor nos dice que la situación en Israel era difícil por dos razones:
- “La palabra de Jehová escaseaba en aquellos días” – ¡Qué triste son estas palabras! Dios no estaba hablando al pueblo porque no había profeta de Dios que anunciara la palabra de Jehová. Pueden haber muchas razones para esto pero por la situación de Elí que se describe aquí podemos entender que no había un líder de parte de Dios que estuviera atento para comunicar la voluntad de Dios. Hoy en día es triste cuando iglesias tienen líderes que no están sintonizados con Dios y con su palabra. Esto resulta en escasez del buen consejo y la buena exhortación de parte de Dios para ayudar a su pueblo a navegar su diario vivir. Le pido a Dios que nunca escasee su palabra en mi hogar y que siempre este sensible a su voluntad.
- “No había visión con frecuencia.” – Cuando no hay visión el pueblo perece. Aunque me parece que esto probablemente se refiere a las visiones proféticas de parte de Dios para dirigir a su pueblo, me parece también que indica que no había líder que ayudara al pueblo a ser lo correcto delante de Dios. Nosotros necesitamos líderes que Dios llame para que compartan la visión inspirada por Dios con nosotros. Tenemos que orar para que esto suceda y cuando pase tenemos que apoyar al siervo que trae la visión de parte de Dios a llevarla a cabo. Le pido a Dios que donde quiera que este haya siervos con visión y si me la da a mi que me de el valor y el coraje a llevarla a cabo compartiéndola con otros.
Otra cosa que me llama la atención es que Dios llama a Samuel de esta manera peculiar. En tres ocasiones solamente dice su nombre y en la cuarta ocasión, después de ser instruido por Elí y contestar de manera correcta es que Dios le da palabra profética a Samuel. ¿Por qué Dios lo llama tres veces y no le dice de primera que es Dios? ¿Por qué Eli tiene que ser parte de esto? Me imagino que Dios deseaba que Elí supiera que Dios le había hablado a Samuel y que al otro día le preguntara que le había dicho. Es lamentable que la queja de Dios en contra de Elí se debiera a sus hijos. Elí no había tomado acción para castigar y corregir a sus hijos y Dios lo hace responsable a él de esto. ¡Que lección para nosotros! Una cosa es que nuestros hijos hagan cosas que desagraden a Dios pero otra es que nosotros no hagamos nada al respecto. Estos hijos de Elí eran adultos pero esto no libra la responsabilidad de su padre de tomar algún tipo de acción. ¡Qué Dios siempre nos de sabiduría para actuar cuando sea necesario con nuestros hijos adultos para traerlos a los caminos de Dios!
El último comentario tiene que ver con la porción que dice: “Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.” ¿Que significa esto? Yo creo que esto indica que Dios respaldaba las palabras de Samuel. Dios le estaba dando autoridad a Samuel con el pueblo y respaldaba cada cosa que él hacía para establecerlo como fiel profeta de Dios. De la misma manera, es mi oración que cuando yo lleve la palabra de Dios, esta sea respaldada por la autoridad que solo Dios puede dar para salvación, reconciliación, exhortación y toda buena obra. ¡Amén!